Es muy fácil de preparar:
- Ponemos la mantequilla en una cacerola y la llevamos a fuego muy bajo hasta que se derrita, no debemos dejar que esta hierva. Es necesario decir que la cantidad que se agrega reduce considerablemente al realizar este proceso.
- Tener mucha paciencia, los componentes se empezarán a separar, retira primero la capa que se forma en la superficie con la ayuda de una cuchara tratando de no revolver nada.
- A continuación pasamos a filtrarlo y así evitaremos que la grasa que se forma en el fondo se mezcle con el líquido de color amarillo brillante que conseguimos.
- Pasarlo a un recipiente hermético y dejar que se enfríe sin tapa.
Y listo! este ingrediente no necesita de refrigeración pues al ser más puro, se mantiene mucho más tiempo que la mantequilla convencional (alrededor de 10 meses!).
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